El poder de la perseverancia
Las Cuatro Damas de Brooklyn
Hace 115 años, cuatro valientes mujeres de Brooklyn vieron a personas que tenían necesidades urgentes de atención y amabilidad. Decididas a hacer algo, se embarcaron en la misión de cambiar lo que habían visto.
Las mujeres sabían que no sería difícil conseguir el cambio, ya que los problemas eran insostenibles. Al llegar el siglo XX, las calles de la ciudad de New York se llenaron de personas en situación de pobreza. Había enfermedades por doquier y la ayuda era escasa. Entonces, estas cuatro mujeres, Sarah Webelovsky, Emma Rosenthal, Sarah Berlin y Flora Grodin, se enfocaron en su comunidad y proporcionaron atención a los que necesitaban ayuda.
Las Cuatro Damas de Brooklyn fueron puerta por puerta buscando donaciones benéficas para materializar su visión. Eran fuertes. Eran apasionadas. Y, lo más importante, eran perseverantes.
En el año 1907, esa perseverancia dio frutos. Con los valores de compasión, dignidad y respeto como base, formaron una organización para brindar atención médica de calidad y un lugar afectuoso que pudiera ser llamado hogar. Así comenzó la historia del Sistema de salud de MJHS.
Durante 115 años, esos valores han guiado cada paso en nuestro camino. Si bien hemos pasado de cuidar a decenas de pacientes a miles de ellos, la misión de brindar la mejor atención y comodidad posibles nunca ha flaqueado. Desde 1907, la organización se expandió de un pequeño edificio dentro de un bloque de viviendas a uno de los más grandes sistemas de salud sin fines de lucro en la región, que brinda atención de cuidado en el hogar y tiene dos centros para rehabilitación y atención de enfermería, programas de cuidados paliativos y atención de hospicio, un instituto de investigación para la innovación en cuidados paliativos y planes de salud. Muchos programas y servicios del Sistema de salud de MJHS se sostienen por medio de subsidios de la Fundación MJHS, la cual recibe financiamiento de donaciones privadas y empresariales.
Hoy y todos los días, Las Cuatro Damas de Brooklyn nos inspiran.
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